Cultura & Espectáculos

Hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith contrae matrimonio en España

Stella del Carmen, de 29 años de edad, dio el "Sí" al economista Alex Gruszynski, a quien conoció cuando ambos tenían cuatro años; entre los invitados destacan su media hermana Dakota Johnson y las hijas de Barack Obama.

Antonio Banderas y su hija, Stella del Carmen
Cultura & Espectáculos | Agencia | 2025-10-18 17:21:33

Stella del Carmen, hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, contrajo matrimonio este sábado con el economista Alex Gruszynski en un hotel de cinco estrellas en España.

El recinto elegido por la pareja fue la Abadía Retuerta LeDomaine, un antiguo monasterio del siglo XII situado en Sardón de Duero, ante unos 250 invitados con numerosos rostros conocidos de Hollywood.

Acompañada de sus padres, Stella del Carmen, de 29 años de edad, y Alex Gruszynski, vinculado a la industria del cine y a quien conoce desde su etapa escolar infantil, se dieron el "Sí" delante de invitados como el actor Don Johnson, primer esposo de Melanie Griffith, y de la hija de ambos, Dakota Johnson.

Además, según medios locales, las hijas del expresidente de Estados Unidos Barack Obama, Malia y Sasha, también asistieron al enlace, así como la mujer de Sting, Trudie Styler.

El brindis de Antonio Banderas con la prensa

Después de celebrarse la ceremonia, Antonio Banderas, salió a la puerta de la finca y, visiblemente emocionado, atendió a los numerosos medios de comunicación que cubrían el evento.

Banderas destacó el ambiente familiar y emotivo de la ceremonia, así como la alegría de ver a su hija casarse: hubo "lagrimillas" porque su hija y su yerno se conocen desde hace 25 años.

No hubo nervios, sino elegancia, y brindó con la prensa, antes de que se repartiera comida a los periodistas, de parte de los novios.

Una boda blindada

El hermetismo y la privacidad gravitaron en todo momento sobre la organización y el desarrollo de la boda, a pesar de la enorme expectación levantada desde primeras horas de la mañana con profesionales de los medios, curiosos y fans junto a la verja de acceso al complejo hostelero.

Los invitados entraron en coche al complejo, cuya dirección incrementó la seguridad y los trabajadores del hotel no pudieron utilizar el teléfono móvil para evitar posibles filtraciones.

El hotel también dispone de helipuerto, lo que sirvió como acceso para algunos de los invitados.

La familia Banderas-Griffith ocupó la práctica totalidad de las treinta habitaciones de este complejo de máxima exclusividad, por lo que el resto de invitados se alojó en establecimientos de la zona como el antiguo monasterio de Santa María, a pocos kilómetros, donde este pasado viernes ya se celebró una ""preboda"".

Más de un centenar de trabajadores entre chóferes, camareros, asistentes e instaladores tuvieron que firmar contratos de confidencialidad.

Antonio Banderas llegó a Valladolid, el aeropuerto más cercano, en un vuelo privado el pasado miércoles para supervisar y finalizar todos los detalles del acontecimiento familiar.

Fans y pancartas

Ante estas limitaciones, algunos curiosos tiraron de humor, como un grupo de amigos que desplegó una pancarta en la que se podía leer “Americanos, los recibimos con alegría”, una referencia a la película del español Luis García Berlanga ""Bienvenido Mr. Marshall"" (1953).

Un hombre fue interceptado por el equipo de seguridad del hotel cuando intentaba entregar una carta a Banderas y una familia acudió para que su hija intentara ver a Dakota Johnson, de la que se confiesa fanática.

En medio de grandes medidas de seguridad, privada dentro del recinto hostelero y pública en los alrededores y accesos, la boda se celebró en el inmueble de lujo, Abadía Retuerta LeDomaine, que recuerda en esencia el primitivo emplazamiento monacal del siglo XII.

La finca consta de varias hectáreas de viñedo, tratamientos termales, un restaurante con una Estrella Michelin, Refectorio, y estancias de lujo en un antiguo cenobio premostratense.

La curva de ballesta (""rivula torta"") que describe el río Duero en sus inmediaciones inspiró a los monjes el nombre de Retuerta que aún conserva este paraje.