
Sudáfrica está de regreso en la Copa del Mundo. Dieciséis años después de su última participación, los Bafana Bafana sellaron su clasificación tras una jornada dramática, venciendo a Ruanda 3-0 y marcada por el desplome de Benín y el protagonismo arrollador de Victor Osimhen.
El grupo llegaba al cierre con Benín en la cima, beneficiado por una deducción de puntos a Sudáfrica. Sin embargo, la ilusión beninesa se desmoronó en cuestión de minutos. Primero, Osimhen abrió el marcador para Nigeria con un tanto tempranero que los colocaba momentáneamente en zona de clasificación directa. Casi al instante, un error grosero del arquero de Ruanda permitió el primer gol sudafricano, suficiente para que los Bafana Bafana se adueñaran del liderato y no lo soltaran más.
Sin sorpresas ni giros de guion, ambos partidos siguieron la misma tónica. Appollis amplió la ventaja de Sudáfrica con un golazo, mientras Osimhen firmaba una actuación brillante al completar su triplete y sentenciar definitivamente a Benín, que jugaba el partido más importante de su historia con todo a favor… y acabó fuera de todo, sin Mundial ni repechaje.
La jornada concluyó sin sobresaltos. Sudáfrica celebró su clasificación con un gol más que adornó el marcador final. Nigeria, pese a no lograr el boleto directo, cumplió con una victoria contundente. Y Benín, que había soñado en grande, se despertó de golpe, con la amarga realidad de la eliminación.