Bajo el penoco

Después del 9 de noviembre…

| 2025-10-12 07:44:02

El MAS nos dejará haciendo fila. Fila para conseguir gasolina, diésel y hasta dólares. Después de dos décadas de despilfarro y mentiras, Bolivia enfrenta una de las peores crisis energéticas de su historia. La “nacionalización” que se vendió como orgullo nacional terminó convirtiendo al país en importador dependiente, con refinerías a media máquina y subsidios imposibles de sostener. Hoy, nueve de cada diez litros de diésel son importados y el Estado paga casi el 70% del precio para mantener el espejismo. Las reservas de gas se agotan, la producción se derrumba y el déficit fiscal supera el 11% del PIB. No hay liquidez ni dólares para pagar el combustible y el oro de las reservas ya se está vendiendo para tapar el hueco. Muchos creen que el 9 de noviembre todo cambiará, pero el panorama es sombrío. Sin inversión, sin exploración y sin confianza, no habrá magia posible. Lo que viene será duro: ajustes, reformas y decisiones impopulares. Será más duro todavía si el que viene después del 9 de noviembre llega con las alforjas cargadas de populismo.