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Hablemos sobre los celos (parte 3)

Hablemos sobre los celos (parte 3)
Javier Gómez Graterol - Religioso y periodista | Religioso y periodista
| 2025-10-11 07:27:29

En nuestras entregas anteriores hemos distinguido entre los celos sanos y los insanos, y luego vimos qué dice la Biblia sobre los celos, especialmente cuando habla de los “celos de Dios” con respecto a su pueblo. Hoy hablaremos de cómo manejarlos.

Como hemos dicho, cuando se habla de celos se habla de la necesidad de controlarlos. A continuación, algunos pensamientos que nos explican por qué:

“De cualquier forma, los celos son en realidad una consecuencia del amor: les guste o no, existen”. (Robert Louis Stevenson)

“Los celos, como las fronteras, aparecen para justificar un dominio sobre lo que nunca se ha poseído” (Adrián Triglia).

“El enamorado celoso soporta mejor la enfermedad de su amante que su libertad” (Stendhal).

“Nunca subestimes el poder de los celos y el poder de la envidia para destruir. Nunca subestimes eso” (Oliver Stone).

Proverbios 27:4: “Feroz y cruel es la furia, y diluvio destructor es la ira; pero ¿quién resistirá a los celos?”.

Santiago 3:16: “Donde hay celos y ambición egoísta, también hay confusión y toda clase de prácticas perversas”.

Las técnicas para controlar los celos incluyen principalmente:

Comunicación abierta y honesta con la persona a quien se dirigen los celos, evitando ponerse a la defensiva, menospreciar o usar tácticas como el banco de niebla (gaslighting) para minar la comunicación.

Trabajar en la confianza mutua, fortalecer la autoestima y el autocuidado personal. Además, practicar técnicas de regulación emocional, como controlar la respiración, ayuda a manejar las emociones cuando surgen los celos. La terapia cognitivo-conductual es otra herramienta eficaz para cambiar patrones de pensamiento negativos relacionados con los celos.

Al momento de la comunicación abierta:

Se debe expresar los sentimientos y preocupaciones de manera asertiva, utilizando frases desde la experiencia personal; esto fomenta un ambiente de comprensión y evita malentendidos en la pareja. Un consejo poco utilizado pero efectivo es orar antes de hablar.

Fomentar la confianza: esto requiere transparencia, coherencia, cumplir promesas y respetar la independencia del otro. La confianza se fortalece con tiempo y esfuerzo continuo de ambas partes. “Los rumores son propagados por quienes odian, difundidos por los necios y aceptados por los idiotas” (Ziad K. Abdelnour).

Autocuidado y autoestima: practicar actividades que mejoren el bienestar general, como ejercicio, alimentación saludable y dedicar tiempo a hacer cosas que gustan. Trabajar en la autoestima con afirmaciones positivas y autocompasión ayuda a reducir inseguridades que alimentan los celos.

Técnicas de regulación emocional: contar hasta diez antes de hablar, pedir a Dios sabiduría para expresarse. Estas prácticas ayudan a estar presentes, reconocer los celos sin juzgarlos y responder con calma. Respirar profundamente y buscar momentos de calma reduce el estrés y mejora el equilibrio emocional, facilitando el manejo de los celos.

En lo psicológico, la terapia cognitivo-conductual (TCC) ayuda a identificar y cambiar pensamientos irracionales que alimentan los celos, como pensar “me van a dejar“. Se aprende a cuestionar estas creencias y a reemplazarlas por pensamientos realistas y positivos.

Técnicas prácticas adicionales:

Técnica del semáforo: identificar dónde y cuándo aparecen las sensaciones de celos y detenerse antes de que aumenten excesivamente.

Practicar la empatía y buscar entender los sentimientos de la pareja. Una técnica útil es que la persona que escucha haga un resumen de lo que ha oído de quien expone su punto de vista.

Establecer límites claros en la relación: las normas y el mutuo compromiso son fundamentales.

Hablar de los celos con la pareja sin acusaciones, construyendo confianza y comprensión.

De ser posible, contar con un acompañante espiritual que ayude a crecer en la fe y en la forma de comportarse cristianamente frente a los conflictos.

Controlar los celos es un proceso que implica poner a Dios como base en la relación. El padre Patrick Peyton decía: “Familia que reza unida, permanece unida”. También implica diálogo, confianza, trabajo personal en la autoestima y manejo emocional. No debe olvidarse que, en algunos casos, el apoyo terapéutico para cambiar creencias y conductas negativas relacionadas con esta emoción es necesario. Dios está con nosotros.

Javier Gómez Graterol - Religioso y periodista | Religioso y periodista