
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha
vuelto a nombrar al primer ministro saliente, Sébastien Lecornu, en una
sorprendente decisión que pone fin a días de especulaciones e intensas
negociaciones destinadas a resolver el creciente estancamiento político del
país. El anuncio se produjo el viernes por la noche, tras las últimas consultas
con los representantes de los principales partidos políticos franceses.
El jefe del Estado reunió a primera hora del
día en el Elíseo a los líderes de los partidos, a excepción de los de la
formación de extrema izquierda La Francia Insumisa y la ultraderechista
Reagrupación Nacional (RN).
La reunión, dijo antes el Elíseo, "debe ser un momento de responsabilidad colectiva". El nombramiento marca un momento crucial en la presidencia de Macron, que se prolongará hasta 2027. Sin mayoría en la Asamblea Nacional y con crecientes críticas tanto de la oposición como dentro de sus propias filas, Macron tiene poco margen de maniobra política.
La crisis se agravó a principios de semana,
cuando Sébastien Lecornu dimitió abruptamente el lunes, pocas horas después de
anunciar su nuevo gabinete. Su sorprendente marcha provocó que la oposición
volviera a pedir a Macron que dimitiera o convocara de nuevo elecciones
anticipadas.
La agitación se remonta a la sorprendente decisión de Macron en junio de 2024 de disolver la Asamblea Nacional. Las consiguientes elecciones anticipadas dieron lugar a un Parlamento en blanco, sin mayoría de ningún bloque político. El nuevo primer ministro se enfrenta ahora a la ardua tarea de navegar por el mismo paisaje fracturado y aprobar el polémico plan presupuestario del próximo año. El presupuesto de 2026 es un asunto urgente para Francia, ya que el plazo para presentarlo finaliza el 13 de octubre.