
Las aguas comienzan a calmarse en Blooming. Tras una semana marcada por tensiones internas y rumores de conflicto, el plantel profesional cobró un mes de salario y retomó los entrenamientos este viernes, luego de una reunión que sirvió para limar asperezas con el entrenador Mauricio Soria.
El club celeste vivió días agitados tras filtrarse un cruce verbal entre algunos jugadores y el técnico. Existen versiones distintas sobre el origen del conflicto: una apunta a reclamos de Soria por la lenta recuperación de futbolistas lesionados; otra, a la supuesta exigencia de entrenar pese a un intento de paro por deudas salariales.
La dirigencia reconoció que hubo un “roce” dentro del grupo, aunque evitó dar detalles. “Se filtran cosas que no deberían salir a la luz”, declaró Sebastián Peña, presidente de la academia cruceña, quien negó cualquier tipo de agresión física.
Según trascendió, varios jugadores habían expresado su incomodidad con la actitud del entrenador e incluso contemplaron solicitar un cambio de mando. Sin embargo, una reunión con la directiva permitió aclarar los malentendidos y reparar el quiebre.
El panorama cambió este viernes con el pago de un mes de salario y la vuelta a los entrenamientos en la sede del club. Con el conflicto aparentemente superado, el equipo concentra su preparación para el compromiso del 18 de octubre ante Bolívar, en el reinicio del torneo “todos contra todos”.