El Liverpool sigue en caída libre. Los de Arne Slot sumaron su segunda derrota consecutiva en la Premier League —la tercera contando la Champions ante el Galatasaray— y cedieron el liderato tras caer de manera agónica (2-1) frente al Chelsea en Stamford Bridge. El héroe de la noche fue Estevao, que revolucionó el partido desde el banco y firmó el tanto decisivo en el tiempo añadido. El Arsenal, con su victoria 2-0 sobre el West Ham, aprovechó el tropiezo y tomó la cima del campeonato.
El equipo red salió decidido a recuperar sensaciones, presionando alto y acorralando al Chelsea en los primeros minutos. Sin embargo, la falta de claridad en los metros finales volvió a ser su condena. En la primera llegada de los de Enzo Maresca, Moisés Caicedo firmó una joya: combinó con Malo Gusto en una pared que dejó atrás a Mac Allister y, desde la frontal, sacó un potente derechazo cruzado que se clavó en la escuadra. Imparable para Mamardashvili, titular ante la lesión de Alisson.
El Liverpool intentó reaccionar rápido. A los cinco minutos, Gakpo protagonizó una gran jugada individual y asistió a Szoboszlai, que vio su remate despejado in extremis por Badiashile. Pese al dominio territorial, los de Slot no lograron inquietar a Robert Sánchez: se fueron al descanso sin un solo disparo a puerta. La conexión Salah–Isak, en una de las pocas apariciones del egipcio, tampoco surtió efecto.
Slot buscó soluciones desde el banquillo. El ingreso de Florian Wirtz cambió el ritmo del ataque: en su primera intervención, generó la ocasión más clara con un toque de tacón que dejó a Salah mano a mano ante Sánchez, aunque el egipcio la mandó al lateral de la red. Más tarde, con los ingresos de Robertson y Curtis Jones, el técnico intentó reordenar el equipo, incluso improvisando con Gravenberch como central y Szoboszlai como lateral derecho.
El empate llegó precisamente por ese costado. Szoboszlai desbordó y metió un centro al área que Isak no logró controlar, pero el rebote favoreció a Gakpo, quien fusiló a Sánchez a quemarropa para poner el 1-1. Parecía el punto de inflexión, pero el Chelsea no bajó los brazos.
En los minutos finales, los blues se volcaron al ataque. Mamardashvili sostuvo a su equipo con dos atajadas salvadoras, pero el asedio londinense tuvo premio sobre la hora. En el 93’, Cucurella centró al segundo palo y Estevao, lanzándose al suelo, empujó el balón a la red para desatar la euforia en Stamford Bridge.
Fue un triunfo merecido para un Chelsea valiente y persistente, que rompió la racha de imbatibilidad red y deja al Liverpool tocado anímicamente. Los de Slot deberán reaccionar pronto si no quieren despedirse del título antes de tiempo.
