Tras 19 años de matrimonio y una historia marcada por el amor, la fama y la superación personal, Nicole Kidman y Keith Urban pusieron punto final a su relación. Pero lo que parecía un simple divorcio entre celebridades, escondía una cláusula prenupcial poco común: un pago anual condicionado a la sobriedad del músico.
Según reveló Radar Online, el acuerdo firmado en 2006 estipulaba que Urban recibiría 900.000 dólares por cada año de matrimonio, pero solo si mantenía su compromiso con la sobriedad. Una cláusula conocida como “Cocaine Clause”, que hoy vuelve a estar en el centro de la conversación.
Keith Urban nunca ocultó su lucha contra las adicciones. En 2010, en una entrevista con Oprah Winfrey, reveló que su esposa organizó una intervención que lo llevó a ingresar a rehabilitación solo cuatro meses después de casarse. “Me salvó la vida”, aseguró. Años más tarde, en una gala del AFI en 2024, Urban recordó ese episodio como un punto de quiebre: “Todo se derrumbó. Estuve tres meses en rehabilitación sin saber si nuestro matrimonio sobreviviría”.
Durante su unión, la pareja construyó un imperio económico de más de 280 millones de dólares, con lujosas propiedades y una vida compartida entre continentes. También formaron una familia con sus hijas Sunday Rose y Faith Margaret, quienes hoy son adolescentes.
Aunque el divorcio se mantiene bajo estricta reserva, la prensa especula sobre el impacto del acuerdo prenupcial. Si Urban ha mantenido su sobriedad —como sus declaraciones públicas sugieren— podría recibir más de 17 millones de dólares en compensación.
En los últimos meses, se hizo evidente el distanciamiento. Urban dejó la residencia en Nashville, mientras Nicole se instaló temporalmente en Londres con sus hijas, alquilando una propiedad por 87.000 dólares mensuales mientras rodaba su próxima película. Su última aparición pública como pareja, en junio de 2025, fue tensa: ella evitaba mostrar su anillo, él mantenía la mirada baja. Todo parecía indicar que algo se había roto.
Fuentes cercanas aseguran que el proceso de duelo por la muerte de la madre de Nicole, en septiembre de 2024, afectó profundamente a la actriz y marcó el inicio de la separación. “Desde ese momento, se alejaron emocionalmente”, reveló un informante.
Hoy, cada uno sigue su camino profesional. Keith continúa su gira internacional, mientras Nicole combina la actuación con la maternidad. A pesar del final de su historia juntos, ambos parecen enfocados en preservar la armonía familiar para sus hijas.
