
La Gobernación de Oruro alertó sobre el grave desequilibrio hídrico en el lago Poopó, considerado el segundo más grande de Bolivia. La entidad departamental identificó cinco causas y pidió a las autoridades nacionales que tomen acciones urgentes.
"El problema es que tenemos precipitaciones promedio de apenas 400 milímetros al año, mientras que la evapotranspiración supera los 1.200 milímetros, pero hay que aclarar que al momento, el lago Poopó no está completamente seco", declaró Olson Paravicini, secretario departamental de Medio Ambiente, Agua y Madre Tierra, a BTV.
La autoridad mencionó cinco factores principales que afectan al lago: la poca precipitación registrada en Oruro, el mal uso del agua del río Desaguadero, fenómenos geológicos, la colmatación del vaso de agua del Poopó y los efectos del cambio climático.
“Al momento, el lago Poopó no está completamente seco. Se identificaron cinco factores que influyen en su situación, siendo el más importante la poca precipitación registrada en el departamento de Oruro, lo que genera un fuerte desequilibrio y provoca que el caudal disminuya de manera considerable”, destacó.
Ante este panorama, la Gobernación de Oruro envió una nota a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para que se pueda tratar la problemática y buscar mecanismos de recuperación del lago Poopó.