Nuevo conflicto para José Mourinho, apenas tres partidos después de haber asumido el banquillo del Benfica. La Asociación Portuguesa de Árbitros de Fútbol (APAF) anunció que presentará una denuncia ante el Consejo de Disciplina de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) por las declaraciones del técnico tras el empate 1-1 ante el Río Ave.
El entrenador portugués cargó con dureza contra el colegiado Sérgio Guelho después de que se anulara un gol de su equipo: “El árbitro demostró falta de personalidad. Marcamos un gol que fue anulado porque un dedo meñique pisó a otro dedo meñique. No me gusta este fútbol”, afirmó.
Mourinho también responsabilizó al VAR: “El protagonista del partido acabó siendo el hombre que estaba en la ‘Cidade do Futebol’ cuando llamó al árbitro para ver lo que vimos, y luego el árbitro demostró que no tiene personalidad”.
Consultado días después, antes del choque frente al Gil Vicente, el técnico defendió su postura y negó haber insultado: “Tengo muy claro que los insultos personales socavan la dignidad de las personas. No puedo hacerlo, y no lo he hecho. Si no puedo criticar el trabajo de un árbitro de la misma manera que millones critican el mío, no creo que sea democrático”.
El luso subrayó que en ningún momento dijo que el árbitro influyera en el resultado ni que el gol debió validarse, aunque reivindicó su derecho a opinar: “Antes de un partido no hablo de los árbitros. Después, me siento con derecho a hacerlo, y es un placer elogiarles, incluso más cuando pierdo”.
La denuncia de la APAF podría acarrear sanciones disciplinarias en un arranque de temporada que ya pone a Mourinho bajo la lupa de la federación y del entorno arbitral en Portugal.
