Bisturí

“¡…Nada es fácil para Bolivia!

“¡…Nada es fácil para Bolivia!
Franklin E. Alcaraz Del C. | Periodista columnista
| 2025-09-18 00:48:00

No conozco personalmente a Gonzalo Cobo, sé que es periodista deportivo, sé que nació en Potosí, allí, donde la tierra alta parece importada de Marte. Sí, esa misma tierra que, embarazada, gestaba la plata encontrada cuando todos eran españoles. Esa misma riquísima expresión de montaña donde Dios no le permitió al monarca indígena “que se aprovechase de su riqueza, por tenerla guardada para otros mayores monarcas, cuales son los de España”; según describió el primer cronista/historiador de esta parte del mundo como fue Bartolomé Arzans de Orsúa y Vela.

Pero Gonzalo, (permíteme llamarte por tu nombre), apenas terminó el último partido Bolivia Vs Brasil, dijo que nada es fácil para Bolivia; dijo también, llorando, que es difícil ser boliviano… y nos conmovió a todos. ¿Y saben por qué? Porque es verdad. Porque su llanto atravesó el fútbol, sus sollozos alcanzaron las fibras más íntimas de todos los bolivianos que, ese momento, sintieron el destino cotidiano, duro y sufrido, de los habitantes de esta tierra, más allá del fútbol.

Su expresión, dicha a viva voz, era un grito de voz quebrada por el llanto, cierto… pero no era una voz de pena, era una voz de alegría, como si el final del partido hubiera significado el comienzo de una nueva era para Bolivia. Como si con el resultado de la victoria de Bolivia sobre el gigante sudamericano, significara la victoria del país sobre su nefasto destino; como si además saliera el sol, especialmente después de los desesperantes últimos veinte años de impotencia que nos tocó sufrir.

Si. Gonzalo estaba feliz, contento. Ya no podía más de ser boliviano. El orgullo y la alegría le hicieron olvidar lo difícil que era ser boliviano. La opresión que le ajustaba la voz y la garganta, no fueron suficientes para contener su alegría y su gran satisfacción. Su quebrada media voz era la voz de los bolivianos que miraban y escuchaban, no solo el partido, si no la vida misma. Unos en el coloso alteño y otros en la radio y la televisión.

Pero su voz, fuera del micrófono que le hizo llegar a todo el mundo, se mezcló con la voz, los llantos, saltos y abrazos de millones de bolivianos en todo el país y fuera de él. Ese momento, Gonzalo fue, no uno, si no millones que expresaban su júbilo rasgando el aire y saltando sobre el tiempo y el destino aciago de esta Patria tan querida y tan sufrida.

Fue un momento, nada más, es cierto… ¡pero qué momento, Dios mío! ¿Es difícil ser boliviano? ¡Claro que sí! ¡Todos los sabemos y sufrimos! Pero también sabemos que somos luchadores (¡nadie se cansa, nadie se rinde!). Todos los que habitan nuestro querido país, desde nuestras hermosas montañas pasando por nuestros ubérrimos valles, los yungas y forjando nuestro destino, hoy y mañana, desde nuestra tierra en la bella llanura tropical de nuestros bosques y junglas, todos luchamos incansablemente, también todos los días… Pero ese día, querido Gonzalo, ese día, contigo, todos fuimos felices y orgullosos bolivianos…

Franklin E. Alcaraz Del C. | Periodista columnista