Liverpool sufrió más de la cuenta, pero terminó celebrando en St. James’ Park. El vigente campeón de la Premier League derrotó 3-2 al Newcastle con un gol agónico del juvenil Ngumoha en el minuto 100, sumando su segunda victoria consecutiva en un arranque de temporada lleno de sobresaltos.
El equipo de Arne Slot venía de un ajustado 4-2 sobre Bournemouth en el debut, también resuelto en el tramo final. Y en su visita al norte de Inglaterra volvió a padecer, obligado a improvisar desde el inicio por la lesión de Frimpong y el bajo estado físico de Bradley, lo que llevó a Szoboszlai a ocupar el lateral derecho.
El primer tiempo fue de dominio absoluto de Newcastle, que asfixió a los Reds con presión alta y neutralizó a Salah y Wirtz. Cuando peor la pasaba el campeón, apareció Ryan Gravenberch con un disparo de media distancia desviado que sorprendió a Pope y abrió el marcador a los 35’. Poco después, Anthony Gordon dejó a las Urracas con diez hombres tras una dura falta sobre Van Dijk, lo que parecía encaminar el partido para Liverpool.
El impulso se mantuvo al inicio del complemento: apenas reanudado el juego, Hugo Ekitike amplió diferencias con un derechazo letal. Sin embargo, Newcastle no bajó los brazos y encontró el descuento con un cabezazo de Bruno Guimaraes. Con uno menos, los locales se volcaron al ataque y terminaron igualando a los 88’ gracias a Osula, desatando la euforia en St. James’ Park y la frustración en los visitantes.
Pero el guion volvió a torcerse en el tiempo añadido. Cuando todo indicaba que el empate estaba sellado, una gran jugada colectiva terminó en los pies de Ngumoha, el juvenil sensación de la pretemporada, que marcó el 3-2 definitivo al minuto 100 y le dio a Liverpool un triunfo tan sufrido como valioso.
Con seis puntos de seis posibles, Liverpool comparte la cima con Arsenal y Tottenham. Justamente los Gunners serán su próximo rival en Anfield, en un duelo que promete ser el plato fuerte de la tercera jornada.
