
El Real Madrid no tuvo problemas para imponerse 4-0 al WSG Tirol en el único amistoso oficial de su pretemporada. Fue un duelo plácido para los dirigidos por Xabi Alonso, que mostraron una clara superioridad desde el primer minuto ante un rival varios escalones por debajo en lo futbolístico.
El estadio Tivoli lució lleno hasta la bandera, con la afición más pendiente de la visita merengue que del conjunto local. Desde el pitazo inicial, el encuentro se convirtió en un monólogo blanco: posesión, presión alta y ocasiones constantes. En apenas tres minutos, el marcador ya estaba 0-2. Militao abrió la cuenta al minuto 10 tras un centro de Brahim, y Mbappé amplió la ventaja en el 13 con un gran pase de Arda Güler. Antes de esos goles, el joven turco había estrellado un balón en el larguero y el portero rival había evitado el tanto en dos intervenciones de mérito.
El WSG Tirol apenas logró acercarse al área defendida por Courtois, mientras que el Madrid pudo aumentar su ventaja antes del descanso, aunque sin concretar sus ocasiones. La primera mitad se cerró con un cómodo 0-2.
La historia no cambió en la reanudación. Con Vinícius y Mbappé moviéndose por todo el frente de ataque y la presión constante sobre la salida de balón austriaca, el tercer gol era cuestión de tiempo. Llegó en el 59’, nuevamente por obra de Mbappé, asistido por Tchouaméni. Minutos después, Xabi Alonso dio entrada a casi todo el banquillo, reservando piezas clave para el debut liguero.
El WSG Tirol tuvo su única ocasión clara con un disparo de Tobias Anselm que Lunin detuvo sin complicaciones. El 0-4 definitivo lo firmó Rodrygo en el 81’, tras pase de Mbappé, cerrando una victoria sin sobresaltos que deja al Real Madrid listo para lo que viene.
El verdadero reto llegará el martes 19 de agosto, cuando los de Xabi Alonso recibirán a Osasuna en el Santiago Bernabéu en el arranque de LaLiga, un examen mucho más exigente que el vivido en Innsbruck.