Tribuna

Trumponomics

Trumponomics
Oscar Antezana Malpartida | Columnista
| 2025-07-11 09:01:54

Esperé hasta el 9 de julio para terminar de escribir este artículo, fecha límite para firmar los “90 acuerdos en 90 días” después de la pausa tarifaria. Washington solo ha firmado dos acuerdos (o principios de acuerdo): uno con el Reino Unido y otro con Vietnam, además de una tregua con China. Ahora la Casa Blanca extiende las negociaciones hasta el 1 de agosto. Esto reafirma la convicción de Wall Street sobre la estrategia T.A.C.O. (Trump Always Chickens Out) de Trump. Veamos algunos detalles del estado de situación.

China: Por ahora, un arancel del 55 % sobre las importaciones chinas, que se suma a los aranceles del 25 % vigentes antes de que Trump asumiera el cargo. En abril, el presidente impuso una tasa de hasta el 145 % a China, antes de reducirla al 30 % en mayo por un período de 90 días.

México y Canadá: Un arancel base del 10 %, más un adicional del 25 %, con excepción de productos energéticos como el petróleo crudo, el gas natural y ciertos productos incluidos en el Tratado entre EE. UU., México y Canadá.

Unión Europea: Podría mantenerse la tasa base del 10 % para la mayoría de los productos europeos. No está claro si habrá alivio para automóviles y acero, que ya enfrentan aranceles del 25 % y 50 %, respectivamente. Trump amenazó anteriormente con elevar esos aranceles al 50 % para todas las importaciones de la UE.

Reino Unido: Ambos países alcanzaron un acuerdo comercial tentativo que mantiene los aranceles en el 10 % por ahora. El acuerdo también protege temporalmente al Reino Unido de los aranceles del 50 % sobre el acero y el aluminio.

La administración Trump envió cartas a más de una docena de países, amenazando con aumentar los aranceles si no logran acuerdos comerciales con EE. UU. antes del 1 de agosto. Las tasas propuestas oscilan entre el 25 % y el 40 %. Tanto Japón como Corea del Sur —que exportan millones de automóviles a EE. UU.— enfrentarían un arancel del 25 %, según las misivas. La Casa Blanca no especificó cómo se eligieron los países. Trump ha anunciado que enviará más cartas en los próximos días. Además, amenazó con imponer un impuesto adicional del 10 % a los países que se alineen con los BRICS.

¿Qué se espera en términos macroeconómicos?

El nuevo cronograma refuerza la percepción de que Trump finalmente cederá, pero prolonga la incertidumbre, lo cual probablemente frene las decisiones de inversión en EE. UU. y en sus socios comerciales. El gigante alemán de seguros Allianz pronosticó una desaceleración del crecimiento global: de 2,8 % en 2024 a 2,5 % este año, y para EE. UU., de 2,5 % (antes de asumir el gobierno) a 1,5 %. También se anticipa un repunte inflacionario. Veremos en qué quedan los acuerdos finales. Una encuesta de Fox News publicada esta semana revela que el 57 % de los estadounidenses cree que las políticas de Trump afectarán negativamente a la economía, frente al 33 % que opinaba así en abril.

El 4 de julio también se reformó la política fiscal y se aprobó el presupuesto de EE. UU., denominado “One Big, Beautiful Bill”. Indudablemente es big/grande, pero de beautiful/hermoso no tiene nada. Bueno, sí tiene la “h”, pero de horroroso. Este presupuesto tiene consecuencias tanto domésticas como globales. Veamos.

Sobresalen dos temas clave:

● Una reducción de impuestos regresiva (menos impuestos para los más ricos), que haría que el 30 % más pobre quede en peor situación que antes, mientras que el 10 % más rico aumentaría sus ingresos.

● Para compensar parcialmente la pérdida de ingresos, se recortaron Medicaid (seguro médico público para personas de bajos recursos) y los cupones de alimentos (subsidios alimentarios). Se estima que 12 millones de personas perderán su seguro médico por los diversos recortes.

Sin embargo, hubo aumentos en el gasto, especialmente en defensa (equivalente al servicio de la deuda), seguridad nacional y política migratoria. ¿Quiénes ganan y quiénes pierden?

Ganadores: corporaciones, el sector manufacturero, pequeños negocios, el 20 % más rico y los trabajadores que reciben propinas o hacen horas extra.

Perdedores: ciudadanos de bajos ingresos, hospitales, y todo lo relacionado con energía limpia y vehículos eléctricos.

Trump prometió reducir el déficit fiscal y está haciendo todo lo contrario. A fines de 2024, el déficit alcanzó los 1,8 trillones de dólares (en nomenclatura estadounidense), siete veces el PIB de Chile, o el 7 % del PIB estadounidense. Con esta reforma, el déficit aumentaría en 3,4 trillones de dólares en diez años. ¿Por qué es esto importante para el mundo? Porque EE. UU. necesitará financiar ese déficit, principalmente mediante la emisión de bonos del Tesoro. Para atraer compradores, deberá subir la tasa de rendimiento, lo que elevará las tasas bancarias a nivel global, reduciendo la inversión y el crecimiento.

Finalmente, aunque ni Trump ni Elon Musk se destacan por su apego a la verdad, este último habría estallado contra Trump porque, tras prometer una reducción del gasto público, se aprobó un presupuesto con el mayor incremento de deuda en la historia. Además, se recortaron los subsidios a la compra de vehículos eléctricos, lo cual enfadó al magnate.

El primer veredicto sobre estas reformas se conocerá el próximo año en las elecciones de medio término, cuando se renuevan parte de los escaños del Congreso. No hay que olvidar que el mapa electoral es abrumadoramente rojo (republicano), ya que el apoyo de Trump proviene del sector rural, donde viven familias de ingresos medios o bajos, los menos favorecidos. Cuando llegue el momento, la campaña de Trump estará marcada por el cinismo, la mentira y la hipérbole, para contrarrestar la percepción negativa de sus políticas y volver a convencer a esa población roja. Y puede lograrlo: según datos reales —disponibles en internet—, ese segmento de votantes es el que tiene menor nivel educativo y el que le cree todo.

Oscar Antezana Malpartida | Columnista