
Rusia lanzó en la madrugada de este miércoles un ataque masivo contra Ucrania utilizando 728 drones kamikaze, en lo que se considera el mayor asalto de este tipo desde el inicio de la invasión en 2022. Las explosiones sacudieron varias regiones del país, incluida la capital, Kiev, y ciudades del oeste próximas a la frontera con Polonia.
La Fuerza Aérea ucraniana informó que logró interceptar la mayoría de los drones, pero reconoció daños causados por misiles hipersónicos rusos. El portavoz militar Yurii Ihnat confirmó que se trató de un récord en los ataques aéreos del Kremlin, que combinó el uso de drones con misiles balísticos.
En Kiev, el alcalde Vitali Klitschko informó que los drones alcanzaron el centro de la ciudad. Una persona resultó herida y otra sufrió una fractura en Brovary, en el óblast de Kiev. Al oeste del país, ciudades como Lutsk, Lviv y Ternópil también fueron alcanzadas, con incendios y daños en zonas industriales.
La escalada rusa también afectó regiones como Sumy, Dnipro y Zaporizhia, lejos del frente de batalla. En respuesta al peligro, la Fuerza Aérea polaca desplegó un caza para proteger su espacio aéreo, ante la proximidad de los ataques a su territorio.
Mientras se desataba el bombardeo ruso, Ucrania atacó la ciudad rusa de Kursk, donde al menos tres personas murieron, entre ellas un militar de la Guardia Nacional. El gobernador regional informó además de siete heridos y un ataque adicional a un hospital en Rylsk, que dejó dos heridos más.
En este contexto, el presidente de EE. UU., Donald Trump, anunció que enviará diez sistemas de defensa aérea Patriot a Ucrania. El anuncio fue confirmado por medios estadounidenses y ucranianos, que citaron fuentes gubernamentales cercanas al mandatario republicano.
Trump, que se ha mostrado crítico con la lentitud de Vladimir Putin para negociar una tregua, dijo estar “cada vez más frustrado” con el líder ruso. En declaraciones a su gabinete, calificó de “tonterías” las evasivas del Kremlin y advirtió que Ucrania necesita más armas para defenderse.
El envío de los misiles Patriot, sin embargo, es menor en volumen al paquete de ayuda militar suspendido por el Pentágono el pasado 2 de julio, debido a la baja disponibilidad de reservas. Aun así, Trump aseguró que reforzará el respaldo a Kiev mientras no haya avances en las negociaciones de paz.
Por último, el papa León XIV ofreció al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acoger una mesa de diálogo con Rusia en el Vaticano. El pontífice reiteró su llamado a una “paz justa y duradera” y planteó la posibilidad de que se inicien conversaciones durante la cumbre de reconstrucción de Ucrania en Italia.