
Este miércoles 9 de julio, los trabajadores del sector salud acatarán un paro de 24 horas a nivel nacional, medida que afectará la atención en los hospitales y centros de salud de los tres niveles en todo el departamento de Santa Cruz, tanto en áreas urbanas como rurales.
La protesta fue confirmada por dirigentes del sector, quienes exigen el pago del bono de vacunación, una compensación económica que, según denuncian, no ha sido pagada desde septiembre de 2024. Esta asignación es considerada un reconocimiento por el trabajo de brigadistas que recorren barrios y comunidades en campañas de inmunización.
“Desde septiembre del año pasado venimos peregrinando para que se cumpla con el pago. El viático de vacunación es una conquista nacional y no se nos ha cancelado hasta la fecha”, señaló Robert Hurtado, representante de los trabajadores.
Otra dirigente de provincias indicó que el reglamento establece que el pago debía realizarse hasta el 6 de julio, lo cual no se cumplió. “No va a haber atención en las provincias ni en la ciudad. Solo se atenderán casos de emergencia”, precisó.
Tras conocer que este miércoles no habrá atención, este martes se registró una larga fila de pacientes en el Hospital Japonés, donde solo se entregaron 100 fichas para atención médica, mientras más de 300 personas no lograron programar su consulta.
Una de las pacientes, que llegó al hospital a las 4:00 de la mañana, relató: “Estoy mal de la cadera y vine desde temprano, pero no alcanzamos ficha. Nos dijeron que no hay personal, que lleguemos el jueves. Ya estoy cansada”.
Otros pacientes expresaron su molestia por los constantes paros y la falta de solución a los problemas estructurales en el sistema de salud.
“Desde las cuatro de la mañana hacemos fila. La salud debería ser prioridad, pero nos dejan mendigando atención”, comentó otro de los afectados.
En otro tema relacionado con el sector salud, este martes se registró una marcha protagonizada por trabajadores fabriles, pacientes, asegurados y personal de salud en Santa Cruz, quienes protestaron por la escasez de medicamentos y atención deficiente en la Caja Nacional de Salud (CNS).
Los manifestantes se movilizaron hasta las oficinas de la CNS exigiendo la destitución del administrador regional. “Tenemos un seguro que en vez de curarnos, nos enferma más. El hospital obrero está colapsado y no abastece para más de un millón de asegurados en el departamento”, reclamó uno de los representantes del sector fabril.
Durante la movilización, se denunció que el presupuesto destinado a especialidades médicas es recortado cada gestión.