"El socialismo funciona mientras aún existe la plata que dejaron los gobiernos liberales. Los masistas la gastan y disfrutan al máximo". —Pukimon.
Modelo socialista clásico – Ludwig von Mises.- El modelo del socialismo colectiviza la propiedad de los bienes de producción y suprime al emprendedor y el emprendimiento, a través de dos pasos lógicos:
Primero, los empresarios son abolidos directamente como capitalistas, ya que se les prohíbe legalmente poseer y acumular capital, es decir, bienes de producción.
En segundo lugar, al no existir propiedad privada y ser los bienes de producción de propiedad colectiva, ya no pueden ser intercambiados, comprados ni vendidos.
Por lo tanto, no pueden surgir precios para estos bienes, y los empresarios ya no pueden calcular los costos de producción ni decidir qué producir ni cómo producirlo. Por eso, el empresariado queda abolido indirectamente como especulador.
Al eliminar la propiedad privada de los bienes de producción, el socialismo suprime el mercado y hace imposible que surjan precios de mercado y que se puedan calcular costos de producción, lo cual destruye el mecanismo de pérdidas y ganancias.
En esencia, el socialismo no fracasa necesariamente por la incompetencia del burócrata encargado de la planificación central, sino porque elimina el espíritu empresarial y el cálculo económico. El socialismo fracasa porque elimina al homo economicus, la propiedad privada, el ahorro y el capital.
Socialismo criollo.- Incubado por el Socialismo del Siglo XXI, nace el Estado Plurinacional cocalero y recrudece la violencia.
“Cada quien manda en su casa, cada gallo en su canchón y el cocalero a todos desde el Chapare”. —Pukimon.
El Proceso de Cambio masista y sus etapas:
De República de Bolivia a Estado Plurinacional cocalero. Luego, en el centro del Estado Plurinacional —el corazón del Narcosur— se conformó el Estado Chapareño, que es autónomo e independiente. Este es el que parió a Bloquivia y dio paso al actual Estado Fallido del MAS.
Actualmente, el Estado Plurinacional cocalero, ante la baja del precio de la cocaína, incrementó aún más la minería ilegal del oro, asociada con bandas chinas disfrazadas de cooperativas mineras, conformadas para incumplir las normas ambientales y no pagar impuestos.
Unas 6.000 dragas de propiedad de chinos operan en los ríos del Alto Beni como si fueran cooperativistas mineros: no pagan impuestos, pero dejan como ofrenda residuos de mercurio.
El diario O Estado de São Paulo informó desde 2011 que el PCC (Primer Comando da Capital) está muy activo en Bolivia, “el corazón del Narcosur”, y reveló que el cártel brasileño tiene cultivos de coca y fábricas en tierras bolivianas.
En Brasil se habla de Bolivia como el corazón del Narcosur, un sarcasmo que alude al Mercosur.
Esta situación atrae a mafias internacionales. En mayo de 2025, grupos armados de colombianos atacaron a la Policía en Yapacaní, entrada al Parque Amboró y camino al Chapare, donde las FARC tienen cultivos y fábricas.
A partir de 2009, Evo consiguió que organismos internacionales financiaran la instalación de viveros en la zona minera para la producción de hortalizas. ¡No cosecharon ni siquiera un rábano!
Los resultados fueron mínimos en cuanto a lechuga, rábanos y otras hortalizas. Los viveros fueron considerados una mala inversión. Sin embargo, ahora se sabe que no era así: los viveros fueron usados para cultivar marihuana en Lagunillas, a 25 km de Llallagua, Potosí. La Policía boliviana ha destruido 63 viveros y ha incinerado 14,5 toneladas de marihuana.
Pensamiento de Ayn Rand sobre la práctica del socialismo
“Cuando se fuerza al hombre a actuar sin recompensa, se lo convierte en un esclavo. Cuando se recompensa a alguien sin esfuerzo, se lo convierte en un parásito.”
Robarle el fruto de su trabajo a quien se lo ha ganado para dárselo a quien no se lo ha ganado, en lugar de aliviar el sufrimiento, genera nuevos problemas: resentimiento y falta de seguridad jurídica de una parte; falta de incentivos y dependencia de la otra. Esto desemboca en una disminución del bienestar general.
ovidioroca.wordpress.com