
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha admitido este viernes que el país destina una parte “bastante alta” de su Producto Interior Bruto (PBI) a la defensa, alcanzando el 6,3%, y ha sugerido que este gasto podría reducirse en el futuro. A su juicio, este nivel de inversión ha sido un factor que ha influido en el incremento de la inflación en el país.
Actualmente, Rusia invierte en defensa unos
13,5 billones de rublos (aproximadamente 147.000 millones de euros), en un
contexto dominado por la guerra en Ucrania, iniciada en febrero de 2022 y aún
en curso, según informa la agencia Interfax.
“Creo que es mucho y es, por supuesto, uno de
los problemas que debemos resolver. Y lo estamos haciendo con dignidad”, afirmó
Putin durante una rueda de prensa celebrada en Minsk. En este marco, planteó la
posibilidad de disminuir el gasto militar durante los próximos tres años,
aunque subrayó que aún falta un consenso definitivo dentro del Ejecutivo ruso.
Rusia está experimentando una fuerte
desaceleración del crecimiento económico, ya que el presupuesto se ve
presionado por la caída de los ingresos energéticos y el banco central intenta
reducir la inflación.
El Ministerio de Finanzas elevó en abril la
estimación del déficit presupuestario para 2025 del 0,5% al 1,7% del producto
interior bruto, tras reducir en un 24% su previsión de ingresos energéticos, y
prevé recurrir a las reservas fiscales este año para equilibrar el presupuesto.
El próximo proyecto de presupuesto se publicará en otoño.
Putin también comparó su postura con la
tendencia opuesta en Europa, donde los gobiernos buscan “aumentar sus gastos”,
incrementando sus presupuestos de defensa. Esta reflexión llegó dos días
después de que los países miembros de la OTAN acordaran en La Haya aumentar su
gasto militar hasta el 5 % del PIB en la próxima década, una medida en línea
con las propuestas del presidente estadounidense Donald Trump.
Este jueves, los líderes de la Unión Europea
han ratificado sus planes para aumentar considerablemente el gasto en defensa y
han solicitado a la Comisión Europea que elabore una “hoja de ruta” que
establezca el camino a seguir y permita alcanzar los objetivos de preparación
en materia de seguridad de cara a 2030.
En las conclusiones de la cumbre en Bruselas,
los líderes apuntan a una serie de evaluaciones intermedias, empezando por el
siguiente Consejo Europeo de octubre, para evaluar donde está la UE en su plan
de rearme.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no
asume este plan y limita al 2,1%, cifra que considera suficiente para cumplir
los objetivos de capacidades asignados para España.
Según una estimación proporcionada por The
Economist, Israel, en conflicto, gastó más del 8 % de su PIB en defensa el año
pasado. Incluso Japón, tradicionalmente asociado a una postura pacifista, tiene
previsto aumentar su presupuesto de defensa. Cantidades de esta magnitud
podrían tener un impacto significativo en la economía mundial, al ejercer
presión sobre las finanzas públicas y alterar la estructura de la actividad
económica en el interior de los Estados, advirtió The Economist.