Una falta Mundial. Un gol Mundial. Un Messi Mundial. El astro argentino le dio el triunfo al Inter Miami con un golpe franco celestial para un 2-1 que pone a los de Mascherano cerca de octavos de final, aunque tendrán que sudar en la última jornada ante Palmeiras. Pero ya nadie le quita al Inter ser el primero de la MLS en ganarle a un club europeo en partido oficial.
Histórico. ¿Creen que Leo ya no es Messi? Vean, repetido, el partido de esta noche ante el Oporto, un club de primer nivel al que Leo manejó bastante bien. Con el marcador en contra, el argentino filtró pases, provocó la falta del 1-1, marcó ese golazo... Leo está vivo, presente. Olvídense del pasado. Leo aún es presente y lo saben bien los rivales en este Mundial.
Esa segunda parte con el gol inicial de Segovia (47") hizo respirar al Inter tras una primera donde fue inferior. El Inter empezó bien, hasta que llegó el penalti del 0-1. Un "penaltito" de Allen, el sustituto del tocado Jordi Alba. Tocó a su rival, pero, en esto, el VAR está "matando" el fútbol. Ya no se pitan las faltas, se pitan todos los contactos, y estamos convirtiendo las áreas en una piscina gigante, en la que tirarse siempre tiene premio. La secuencia es la siguiente: te tocan (no te derriban, te tocan); te tiras; viene el VAR; penalti... y gol. El 0-1 lo marcó el español Samu con esa pena máxima. Eso hizo al Oporto dominar la primera parte, y gracias para el Inter, pues en tres minutos finales pudieron llegar tres goles más portugueses, pero Falcón (salvando bajo palos); Samu (en un contragolpe); y Varela, con un remate al palo dejaron el 0-1 al descanso.
El Oporto, con tres españoles en el once (Samu, el recién fichado Gabri Veiga y el capitán Marcano) podía con un Inter que se veía con la soga al cuello tras el empate a cero de la primera jornada contra Al Ahly. Y a partir de ahí vino lo relatado en la segunda. Un muy mejorado Inter Miami, con un equipo comprometido, pudo darle la vuelta al marcador cuando peor lo tenía. En el 77", con 2-1 ya en el marcador, Jordi Alba reapareció para conservar un resultado que no pudo dar vuelta ni siquiera Samu en alguna ocasión de cabeza. Fue el mejor del Oporto hjunto a Rodrigo Mora, un talento descomunal.
