
Concejales de Santa Cruz de la Sierra vivieron una jornada tensa este miércoles en el Plan 3.000, cuando gremiales intentaron impedir que se lleve a cabo una sesión ordinaria en inmediaciones de la obra paralizada del viaducto. La convocatoria de los concejales buscaba evidenciar el abandono de esta construcción y exigir su reactivación por parte del Ejecutivo municipal.
Momentos antes del inicio de la sesión, un grupo de comerciantes se concentró en el lugar y, con gritos, empujones y el lanzamiento de piedras, buscaron interrumpir la actividad legislativa.
La concejal Lola Terrazas denunció que estas agresiones provinieron de personas afines al alcalde Jhonny Fernández. “Nos están tirando piedras… venimos a hacer nuestro trabajo y no vamos a permitir ningún tipo de violencia”, expresó.
En medio de este ambiente de confrontación, el presidente del Concejo Municipal, Israel Alcócer, aseguró que la sesión se mantuvo desde el mismo punto donde la obra permanece paralizada. “No vamos a permitir más demoras ni abandono: los vecinos merecen respeto, resultados y no quieren más promesas de campaña”, afirmó.
Una de las dirigentes gremiales le reclamó a Alcócer y a los concejales presentes, acusándolos de utilizar el lugar para fines políticos.
“Están haciendo lo que les da la gana… ahora quieren sesionar, vayan allá dentro del puente”, reclamó, insistiendo en que ya habían exigido la conclusión del viaducto anteriormente y que no aceptarían “shows” políticos. “Usted está trabajando con la senadora Paola Fernández (hija del alcalde). Está trabajando con Jhonny Fernández. Se sus intereses. Nosotros los concejales podemos sesionar donde veamos conveniente”, replicó el presidente del Concejo.
Pese a los incidentes, la sesión se llevó a cabo con presencia de varios concejales que insistieron en la necesidad de supervisar obras inconclusas en distintas zonas de la ciudad, en cumplimiento de su rol fiscalizador.