
Fluminense dejó una mejor impresión en su debut en el Grupo F del Mundial de Clubes, pero no pasó del empate sin goles (0-0) ante el Borussia Dortmund, en un duelo en el que dominó el trámite, pero falló en la definición.
El cuadro brasileño impuso su ritmo desde el inicio, con un planteo ofensivo que puso en aprietos a la defensa alemana, especialmente gracias a la movilidad y el desequilibrio del colombiano Jhon Arias. Sin embargo, la falta de contundencia en los últimos metros le impidió plasmar en el marcador su dominio territorial y de posesión.
La figura del encuentro fue el arquero suizo Gregor Kobel, clave para que el Dortmund rescatara un punto. El guardameta se lució con varias intervenciones decisivas, particularmente en el segundo tiempo, cuando tapó un potente remate de Agustín Canobbio y luego protagonizó una doble atajada ante los intentos de Everaldo y Nonato. Un susto se vivió cuando Kobel recibió un golpe que lo dejó aturdido, pero tras ser atendido, pudo continuar sin mayores complicaciones.
El conjunto alemán, clasificado recientemente a la próxima Champions League, mostró un juego previsible y sin profundidad. Ni siquiera el ingreso del joven Jobe Bellingham, hermano menor de Jude, logró cambiar la dinámica del equipo, que apenas inquietó al arco defendido por Fábio.
Fluminense se fue con sabor a poco. Pese a mostrar mejores sensaciones y generar más situaciones claras, debió conformarse con un empate que le deja un margen estrecho de error para los próximos encuentros del grupo.
En la siguiente jornada, programada para el sábado, Borussia Dortmund enfrentará al Mamelodi Sundowns (12:00, hora boliviana), mientras que Fluminense buscará su primera victoria ante el Ulsan Hyundai (18:00).