
En una declaración explosiva, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que asesinar al líder supremo de Irán, Ali Jamenei, no intensificaría el conflicto actual entre ambos países, sino que lo terminaría. Las afirmaciones fueron realizadas este lunes en una entrevista con la cadena estadounidense ABC News.
Netanyahu fue consultado sobre informes que aseguran que el expresidente estadounidense Donald Trump vetó un plan israelí para eliminar al clérigo chiita en su momento. “Esa posibilidad no va a intensificar el conflicto, va a poner fin al conflicto”, respondió el mandatario sin titubeos.
El líder israelí evitó confirmar si su Gobierno actualmente planea llevar a cabo ese atentado, pero no lo descartó. “Israel está haciendo lo que tiene que hacer”, afirmó, dejando abierta la puerta a una operación encubierta.
En la misma entrevista, Netanyahu lanzó una advertencia directa a Estados Unidos: “Hoy es Tel Aviv, y mañana será Nueva York”, en alusión al riesgo que representa, según él, el programa nuclear iraní para el resto del mundo occidental.
Las declaraciones se producen en un momento de máxima tensión. Este lunes, Irán anunció que sus ataques contra Israel continuarían “sin interrupción hasta el amanecer”. La Guardia Revolucionaria lanzó una nueva salva de drones y misiles, según informó la agencia IRNA.
La situación se ha deteriorado rápidamente. Irán incluso afirmó haber derribado un caza F-35 israelí en la ciudad de Tabriz, mientras Israel ordenaba la evacuación de un barrio de Teherán, anticipando posibles bombardeos.
En medio de esta escalada, el gobierno de Estados Unidos recomendó a sus ciudadanos abandonar Irán y evitar viajar a Israel debido al riesgo de ataques repentinos, incluso en zonas turísticas como Tel Aviv y Jerusalén.
Donald Trump, por su parte, declaró que “Irán no está ganando esta guerra” y aseguró que Teherán ya estaría buscando una vía diplomática para poner fin al enfrentamiento. Según el expresidente, el régimen iraní ha mostrado interés en negociar a través de intermediarios árabes.
Mientras las partes intercambian amenazas, el conflicto entra en su cuarto día con un saldo de centenares de muertos. Las posibilidades de una solución diplomática parecen lejanas mientras se lanzan advertencias cruzadas y se normaliza el lenguaje del asesinato político.
La afirmación de Netanyahu marca un nuevo umbral en el discurso israelí y plantea interrogantes sobre los límites de la estrategia de disuasión frente a una potencia regional con capacidad de respuesta. La región, una vez más, camina al borde del abismo.