Cría cuervos…

Cochabamba está pagando caro la lealtad ciega que por años entregó a Evo Morales. Hoy, el departamento que fue su bastión más fiel sufre las consecuencias de una estructura política que el mismo Morales ayudó a consolidar y que ahora utiliza como instrumento de presión y chantaje. “Cría cuervos y te sacarán los ojos”, dice el refrán y nunca fue tan certero como ahora. Las organizaciones afines al evismo, muchas de ellas alimentadas por el poder que Morales construyó en su largo mandato, han convertido al valle en rehén de sus intereses. Los daños no son menores: más de mil millones de bolivianos perdidos, combustibles atrapados, pollos bebé sin poder llegar a las granjas, alimentos que escasean y una economía regional estrangulada. La herida no es solo económica, es moral. Cochabamba se ve traicionada por aquel al que acogió, defendió y sostuvo. Hoy, el silencio de sus autoridades y la violencia de los bloqueos dejan al descubierto una verdad dolorosa: el caudillo se volvió verdugo y la cuna del MAS su principal víctima.