
Después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, asegurara el pasado fin de semana que aumentará los aranceles al acero y al aluminio del 25 % actual hasta un 50 %, la Unión Europea ha reaccionado.
El portavoz comercial del bloque comunitario, Olof Gill, aseveró que Bruselas "lamenta profundamente" ese aumento arancelario, afirmando que la nueva decisión de la Casa Blanca "añade más incertidumbre económica a ambas orillas del Atlántico".
Sin embargo, la UE sigue abierta a las negociaciones. Así, esperan acelerar las conversaciones en los encuentros previstos para esta semana, cuando el comisario de Comercio europeo, Maros Sefcovic, se reúna en París con el representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer.
Mientras, la UE dice que está lista para responder: "Si no se llega a una solución mutuamente aceptable, tanto las contramedidas existentes como las posibles contramedidas adicionales de la UE entrarán en vigor automáticamente el 14 de julio o antes si las circunstancias lo requieren", aseguró Gill.
El titular de Economía de España, Carlos Cuerpo, ha insistido en la misma línea. El lunes, el ministro recalcó que el bloque está preparado para respaldar a sus empresas y a sus trabajadores, en el caso de que las negociaciones no tengan éxito.
Sin embargo, Cuerpo alertó que la nueva amenaza socava el diálogo porque, a su juicio, "sesga la situación de partida y hace mucho más difícil alcanzar un acuerdo justo y equilibrado", según las declaraciones recogidas por 20 Minutos.