
La diputada de Comunidad Ciudadana, Elena Pachacute, afirmó que la crisis económica ha sumido a Bolivia en una situación similar a la de Venezuela, con escasez de alimentos, precios elevados y una falta de reacción social frente al gobierno del MAS y del presidente Luis Arce.
En una crítica a la sociedad boliviana, recordó que en 2019, tras el fraude electoral de Evo Morales, la población salió a las calles para decir que no quería vivir como en Venezuela. Sin embargo, cuestionó que en 2020 el MAS haya vuelto al poder con el 55% de los votos. “¿Dónde nos está llevando eso?”, preguntó.
“Hoy estamos como Venezuela. Estamos soportando que un litro de aceite cueste 25 bolivianos. Un chicle que valía 10 centavos hoy vale 50 centavos. Y nadie dice nada”, lamentó la legisladora. Añadió que le sorprende ver en El Alto a “muchos dirigentes, casi todos prebendalizados”, mientras que la sociedad y los vecinos han perdido credibilidad.
Pachacute consideró que esta situación exige una reflexión profunda rumbo a las próximas elecciones generales, donde —dijo— el pueblo deberá decidir si continuar por el mismo camino o tomar un nuevo rumbo.
Criticó además que los gobernantes del MAS “no hayan recibido buenos consejos” de líderes como Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro o Daniel Ortega, en cuyos países —afirmó— se ha naturalizado la pobreza y la falta de desarrollo. Señaló que la izquierda “prefiere tener a un pueblo pobre, sin capacidad de reacción ni historia”, y denunció que la Ley Avelino Siñani ha contribuido a borrar la historia de la República de Bolivia, al punto que “hoy no hay contestarios en el Estado Plurinacional”.
La diputada lamentó también el desconocimiento de muchos jóvenes sobre episodios clave de la historia nacional, como la crisis económica e hiperinflación durante la UDP, o las estrategias de salida aplicadas por los gobiernos posteriores.
Advirtió que hoy en Bolivia “hay madres que lloran por una libra de arroz”, mientras una parte de la población prefiere vivir ideologizada e instalada en la informalidad, sin reflexionar sobre las oportunidades perdidas en tiempos de bonanza. “Lamentablemente, Bolivia no produce nada por culpa de los malos políticos que, si bien dieron bonos e incentivos, no supieron invertir para alcanzar soberanía alimentaria. Ese ha sido otro falso discurso que hoy estamos pagando los bolivianos”, concluyó.