
Tras la decepción de la final de la FA Cup perdida ante el Crystal Palace, el Manchester City reaccionó con autoridad este martes al imponerse 3-1 al Bournemouth en el Etihad Stadium. El equipo de Pep Guardiola dio una muestra de carácter en un partido clave por la clasificación a la próxima Champions League y depende de sí mismo en la última jornada.
Con este triunfo, el City asciende al tercer lugar con 68 puntos, dos por encima de Newcastle, Chelsea y Aston Villa. En la última fecha, le bastará un empate ante el Fulham para sellar su presencia en la edición 2025/26 de la Liga de Campeones. En caso de derrota, quedaría fuera solo si sus tres perseguidores ganan.
El encuentro tuvo un componente emocional especial: fue el último partido en casa de Kevin De Bruyne, ídolo del club, y marcó también el regreso de Rodri, ocho meses después de ganar el Balón de Oro. El Etihad fue una fiesta desde el inicio.
En la primera parte, el equipo "skyblue" mostró su mejor versión en mucho tiempo. Dominó con claridad, presionó alto y movió el balón con ritmo, liderado por un tridente de mediocampistas que brilló: Kovacic, Gündogan y De Bruyne. A pesar de presentar un once con una media de edad de 29 años —la más alta desde la temporada 2016/17—, el City fue arrollador.
El 1-0 llegó a los 14 minutos gracias a un golazo del egipcio Omar Marmoush, quien sorprendió con un potente remate desde fuera del área que se coló en el ángulo. Diez minutos más tarde, De Bruyne estuvo cerca de firmar su gol de despedida, pero su remate, con el arco vacío, se estrelló en el travesaño.
El City amplió la ventaja a los 38", cuando Gündogan filtró un pase para Bernardo Silva, que definió con clase al primer palo ante la salida de Kepa. El Bournemouth reaccionó antes del descanso, con un remate de Evanilson al palo y una clara ocasión de Kluivert que fue bloqueada a tiempo por Matheus Nunes.
Tras el descanso, el partido bajó de ritmo, pero no de tensión. En el minuto 58, Semenyo rozó el descuento con una gran jugada individual que finalizó con un disparo alto. Poco después, un error defensivo casi compromete todo: Gvardiol dio un pase atrás muy comprometido y Kovacic cometió falta sobre Evanilson cuando este se iba solo. El croata fue expulsado.
Pero la superioridad numérica duró poco: a los 72’, Cook vio la roja directa tras una entrada durísima sobre Nico González, equilibrando nuevamente el partido.
El tramo final ofreció un cierre ideal para los ‘citizens’. A los 88’, Nico González marcó un golazo tras una jugada individual que culminó con un disparo cruzado desde fuera del área. Y en el tiempo de descuento, Jebbison anotó el tanto del honor para el Bournemouth (96").
Con este resultado, el Manchester City afrontará la última jornada en posición de privilegio. Tras una temporada con altibajos y marcada por lesiones y desgaste, el equipo de Guardiola está muy cerca de cumplir el objetivo mínimo: clasificar a la próxima Champions.