
Rusia y Ucrania han acordado intercambiar 1.000 prisioneros de guerra de cada bando, según fuentes de los dos países. Si sale adelante, sería el canje más grande desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Es uno de los acuerdos que ha trascendido tras la reunión de dos delegaciones de ambos países este viernes en Estambul, en el primer encuentro en tres años de guerra, que ha durado apenas dos horas. Ambos países se han emplazado a negociar una tregua pronto. “Si Rusia rechaza un alto el fuego total e incondicional y el fin de las matanzas, se deben imponer sanciones severas”, ha pedido el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, desde Tirana (Albania), donde están reunidos más de 40 líderes europeos. Allí Zelenski ha telefoneado al presidente de EE UU, Donald Trump, junto con el canciller alemán, Friedrich Merz, el presidente francés, Emmanuel Macron, y los primeros ministros de Polonia y el Reino Unido, Donald Tusk y Keir Starmer. Tusk ha acusado a la delegación rusa de “interrumpir las negociaciones” y de negarse a un alto el fuego. “Es hora de aumentar la presión”, ha dicho.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha llamado desde Albania a su homólogo estadounidense, Donald Trump, a quien ha expresado que “una vez más” Vladimir Putin “se niega a responder a la propuesta de alto el fuego” incondicional presentada por los estadounidenses y apoyada por Ucrania y los europeos. “Al rechazar el alto el fuego y el diálogo con Ucrania, Rusia demuestra que no quiere la paz y que simplemente intenta ganar tiempo continuando la guerra. En este contexto, mientras la Comunidad Política Europea se reúne en una cumbre en Tirana, seguiremos coordinándonos con nuestros socios europeos, los Estados Unidos y la Coalición de los dispuestos a definir una respuesta unida”, ha escrito Macron en X.
Los enviados del mandatario ruso, Vladimir Putin, son de bajo rango y no tienen poder de decisión, algo que fue criticado en las últimas horas por el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky.
“Hemos tomado nota”, se limitó a decir el jefe negociador ruso, Vladímir Medinski, dejando en claro que las decisiones serán tomadas por Putin y nadie más.
Medinski, quien es asesor presidencial para asuntos culturales, no es un recién llegado: en 2022 ya lideró las negociaciones con Kiev, esas mismas que terminaron en nada. Lo acompañan tres funcionarios sin peso político de primer nivel: el viceministro de Asuntos Exteriores, Mijaíl Galuzin; el viceministro de Defensa, Alexander Fomin; y el jefe de la Dirección Principal del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, Igor Kostyukov.
Esta composición refleja, según Ucrania y sus aliados europeos, una señal clara de desinterés por parte del Kremlin en alcanzar una tregua.
“La parte ucraniana solicitó negociaciones directas entre los jefes de Estado. Hemos tomado nota de esa propuesta”, indicó, sin más, el asesor del Kremlin.
A su vez, se manifestó “satisfecho con los resultados” de las conversaciones de hoy y se mostró “dispuesto a continuar los contactos”.
/El País - Infobae