
En menos de 24 horas, se reportaron dos nuevos casos de violencia extrema contra mujeres que acabaron en tragedia. Uno de los presuntos agresores fue enviado a la cárcel de Palmasola y el otro será imputado en las próximas horas.
El primer caso sucedió en Cotoca, donde Giselle R. V., de 24 años, llegó sin vida a un centro médico. Su pareja, un hombre de 26 años, la llevó hasta el hospital y fue aprehendido como principal sospechoso del crimen. El cuerpo de la joven madre presentaba múltiples signos de violencia, de acuerdo al reporte preliminar.
“Muchas veces ella fue a buscarme a mi trabajo toda moreteada y golpeada. Terceras personas me decían que golpeaban a mi hermana”, relató Wendy Vaca, hermana de la víctima, quien también confirmó que existían denuncias previas de violencia contra el presunto agresor.
Sin embargo, no se habrían tomado medidas preventivas. Giselle deja una hija de apenas cuatro años en la orfandad, cuya custodia será solicitada por la familia materna.
El acusado será imputado por el delito de feminicidio en las próximas horas. Hasta el momento, no se ha dado a conocer el resultado del examen forense.
El segundo caso tuvo lugar en el barrio El Bajío. Ignacio C., quien fue acusado de matar a su pareja, Maritza, por asfixia mecánica, fue enviado este lunes a la cárcel de Palmasola con detención preventiva por 180 días.
El hecho ocurrió la madrugada del domingo tras una discusión. De acuerdo con testigos, Ignacio reaccionó violentamente después de ser confrontado por llegar tarde; entonces agredió a la víctima y luego pidió ayuda para llevarla a una clínica, donde llegó sin signos vitales.
Pese a los indicios en su contra, Ignacio negó los cargos ante la jueza y declaró que su “único pecado fue auxiliarla”. Sin embargo, la Fiscalía presentó como evidencia los resultados de la autopsia, testimonios y grabaciones de cámaras de seguridad.
“La investigación está en curso, pero estoy convencida de que él es probablemente el autor del hecho”, sostuvo la fiscal Rose Mary Barrientos. Maritza vivía con Ignacio en un cuarto alquilado y tenía cinco hijos. Con estos dos nuevos casos, Santa Cruz suma 10 feminicidios en lo que va del año.