Bajo el penoco

Liberales y conservadores

| 2025-05-11 09:02:07


En las grandes ocasiones, como la elección del papa, por ejemplo, resurge el viejo debate que pone al frente a liberales y conservadores, tan ambiguo y manipulado como la confrontación entre derecha e izquierda. Los que dicen ser liberales, que prefieren el término “progresista” para no ser confundidos con los herederos de Adam Smith y los simpatizantes de Javier Milei, son en realidad izquierdistas, otro eufemismo para no mencionar que son marxistas. Y tal vez no haya algo más conservador en el mundo que un socialista, ideología que concibe que la humanidad está dividida en “clases” de la que no se puede salir ni siquiera a través de una revolución. La prueba es que los regímenes comunistas hablan de la “clase obrera”, como si un trabajador no fuera capaz de volverse empresario, intelectual, artista o lo que quiera. En cambio, los liberales, que antojadizamente son asociados al conservadurismo, proponen que cada individuo es libre para conducir su vida como le plazca, siempre y cuando no interfiera ni dañe el proyecto de los demás. Con esa carta en la mano, un sujeto pierde la etiqueta, se vuelve más creativo, innova, produce cambios y es capaz de generar las únicas revoluciones que transforman y hacen progresar a la humanidad, como la revolución tecnológica, que nos obliga a adaptarnos todo el tiempo, mientras hay quienes quieren frenarla.