La eliminación del FC Barcelona a manos del Inter de Milán en las semifinales de la Champions League ha desatado una ola de indignación en el entorno culé. El presidente Joan Laporta se sumó este miércoles a las duras críticas de Hansi Flick y de varios jugadores hacia el árbitro Szymon Marciniak, a quien acusan de haber influido directamente en el resultado del partido de vuelta, disputado el martes en el estadio Giuseppe Meazza.
“El objetivo era llegar a la final en Múnich, luchamos para conseguirlo, pero no pudo ser. Básicamente por decisiones arbitrales que nos perjudicaron”, declaró Laporta en una entrevista con los medios oficiales del club. No obstante, el dirigente catalán hizo un llamado a no bajar los brazos de cara a lo que resta de temporada: “Esto debe hacernos más fuertes. Tenemos la mentalidad y el equipo necesario para ganar LaLiga. Estoy convencido de que volveremos más fuertes a la Champions y competiremos para ganarla”.
Laporta también pidió el respaldo de la afición en los partidos que vienen, especialmente de cara al Clásico del próximo domingo, clave en la lucha por el título local.
Uno de los más vehementes en sus declaraciones fue Gavi, quien no ocultó su frustración a través de las redes sociales con un mensaje que generó revuelo:
“Es muy duro, y más sabiendo lo cerca que estábamos, culers. No han querido que lleguemos a esa final porque con la temporada que estamos haciendo, estaban cagados”.
El joven centrocampista andaluz dejó entrever que el Barça fue víctima de un trato injusto que impidió su acceso a la final europea, alimentando la sensación de conspiración que circula en parte del entorno blaugrana.
