Familiares de una mujer en estado crítico, trasladada en ambulancia particular, reaccionaron con gritos y forcejeos contra el personal del Hospital Japonés, quienes le informaron que no había camas disponibles en la unidad de terapia intensiva.
El intento por ingresar a la fuerza obligó al personal de seguridad a intervenir, mientras médicos y enfermeras intentaban mantener el orden dentro del centro asistencial. El hecho sucedió el 1 de mayo.
Testigos aseguran que la paciente no fue admitida de inmediato debido a la falta de espacio. El área de reanimación para adultos, según relataron los propios médicos, atendía al doble de su capacidad.
“Incluso había niños compartiendo camillas por falta de camas en terapia intensiva”, comentó un médico de turno. “Hay una frustración muy grande. Sabemos lo que debemos hacer, pero no tenemos condiciones. El sistema está colapsado”, añadió.
Ante estos hechos, el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Jaime Bilbao, se pronunció este jueves y admitió que Santa Cruz atraviesa una crisis hospitalaria.
“Lo ocurrido en el Japonés fue un hecho aislado, pero no podemos permitir agresiones al personal de salud. Estamos en una crisis hospitalaria. La comunidad lo sabe. Estamos trabajando con el municipio para revertir esta situación”, afirmó la autoridad.
Bilbao anunció que una de las medidas urgentes será habilitar alas de hospitales de segundo nivel para trasladar a pacientes crónicos, con el fin de descongestionar los centros de tercer nivel.
“Queremos trasladar pacientes crónicos a hospitales de segundo nivel o centros de salud desocupados que podamos equipar. Buscamos soluciones concretas”, explicó.
El pasado 24 de abril ocurrió otro incidente en el hospital de la Villa Primero de Mayo donde un joven, familiar de una paciente, golpeó a un médico. Otros familiares reclamaban airadamente al personal, que le había indicado que no había espacio para atender a la mujer.
