
Si no se garantiza el diésel en volúmenes y tiempos oportunos, habrá pérdidas en la cosecha pendiente de la campaña de invierno de unas 400 mil hectáreas y afectación en el área de siembra de la campaña de verano 2024-2025, en la cual se prevé llegar a 1,5 millones de hectáreas de maíz, soya y sorgo.
La advertencia la realizó este sábado la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo). Si no se resuelve este problema, no solo se afectará a la producción agrícola, sino que se pondrá en riesgo toda una cadena que genera cientos de miles de empleos y excedentes que son destinados para las exportaciones”, alertó Jaime Hernández, gerente general de Anapo, citado en un boletín de prensa.
En las últimas semanas la provisión de combustibles para el agro bajó un 50%, pero desde hace varios días, la entrega está prácticamente paralizada a los clientes directos y grandes consumidores, informó Anapo. Para el rubro estas semanas son críticas ya que un 90% de la siembra debe realizarse hasta fines de diciembre.
“Algunos sectores han recurrido a la opción de importar diésel, pero esto requiere de divisas, y los productores no tienen acceso a los dólares suficientes para llevar a cabo estas compras”, agregó Hernández. La situación crítica por la falta de diésel ha sido expuesta a ejecutivos de YPFB y al ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, durante una reunión sostenida en Santa Cruz.
Diversos sectores agropecuarios, entre ellos ganaderos, avicultores, lecheros, porcinocultores y maiceros, realizaron el viernes un “galonazo” en puertas del edificio de YPFB en la doble vía a La Guardia para pedir que se normalice la provisión de combustibles.
“Si no se toman medidas inmediatas, no solo el sector agrícola, sino toda la economía boliviana se verá seriamente afectada”, apuntó Hernández.