Vivimos en
Bolivia, sin dólares y con muchos dolores de cabeza, al borde de una nueva
crisis social. Los dolores de cabeza nos dan nuestros “politiqueros” de
siempre, que nunca quieren pasar de moda. Esta es una situación preocupante
para todos los sectores productivos, que dependen de esta divisa internacional.
Esta es una ilusión financiera, te hicieron creer, que podías comprarte tu
casita, comprarte un autito y demás bienes materiales, sin darte cuenta que el
país no tenía los fondos suficientes para hacer esos gastos sostenibles en el
tiempo. Pues te diré que cuando la crisis económica se profundice, tendrás que
vender tu casita, tu autito y demás cachivaches y te quedarás sin nada, más
pobre que en el pasado.
Lo que
sucede en Bolivia con la economía no es normal, con un tipo de cambio
asfixiante y una brutal dependencia a las importaciones, este modelo económico
agonizante depende de las actividades económicas ilegales que están sosteniendo
a este moribundo, ya saben de qué actividades económicas les estoy hablando
(narcotráfico, contrabando y tráfico de tierras y personas). Claro nos hablan
de estabilidad económica y financiera, porque sus bolsillos están reventando
gracias a los recursos públicos de ti, de mí, de todos. Dinero que sale de las
arcas del Estado, en cambio quien defiende el sufrimiento de todos nosotros,
que no somos funcionarios públicos y que no somos autoridades político –
administrativas, para nosotros; que vemos nuestros bolsillos vacíos, solo nos
queda esperar mejores días y un cambio en la dirección económica del país. El
mal gobierno admite las dificultades, pero no sabe encontrar las
soluciones.
No hay
margen de seguridad para nuestra economía, no estamos blindados frente a la
crisis global de la economía, el futuro que nos espera es inflación constante y
recesión permanente; si no hacemos nada para cambiar esta situación. Estos
politiqueros, que quieren lanzarse a la presidencia, sólo tienen interés
particular y de partido. En particular el MAS quiere manipular el comportamiento
de los votantes, haciéndoles creer que sin ellos se acaba la estabilidad, o no
va a salir el sol y la luna; se han aprovechado del sector público para
incrementar el gasto, se han aprovechado del gasto público; para volverse
dueños e inversionistas; mientras los tristes trabajadores; más trabajadores
informales, empleados y autoempleados; viven para trabajar, porque si no
trabajan no comen. Ya les decía que el MAS propicia la crisis y se aparecerá
como salvador de la misma.
Y los
verdaderos dolores de cabeza para Bolivia recién comienzan, hasta llegar a una
migraña insoportable, por un lado, el sector gremial y transportista del país,
anuncian una guerra frontal contra el gobierno. Este gobierno vive de falsas
ilusiones, con su slogan de “industrialización del país”, si ni siquiera tiene
los dólares para pagar el consumo de energía y de importación de los
carburantes (Diesel y gasolina), el jefe de las seis federaciones del chapare,
se frota las manos, quiere tumbar al presidente, que él mismo impuso con el dedo.
La dedocracia en Bolivia, se ha hecho algo cultural, lo mismo que la corrupción
y el narcotráfico. La crisis económica por falta de divisas crecerá, el Banco
Central de Bolivia dejará de ser prestamista para convertirse en prestatario y
deudor de diferentes organismos internacionales de financiamiento. Las reservas
netas internacionales, siguen sin recuperarse, nada detiene el desplome.
¿Que nos
puede ofrecer el MAS en materia económica?
Más de lo
mismo, mi estimado lector, seguramente nos vendrá con el cuento chino de la
estabilidad, reactivación económica, industrialización del país. Lo único que
nos espera con un nuevo gobierno del MAS, a la cabeza es déficit,
hiperinflación y una ola de pánico bancario, porque el boliviano se devalúa. No
lo digo yo, lo dicen los gremiales, el transporte pesado internacional y todo
aquel empresario que necesita de esta divisa para comprar productos en el
mercado internacional. Los dolores de cabeza y el malestar general, se
traducirán en bloqueos, marchas desde Patacamaya, convulsión social y en fin en
un plan político que seguramente quiere aprovechar el ala evista del mas para
desestabilizar al gobierno del presidente Arce. Mientras el gobierno del
presidente Arce siga negando la realidad, lo único que hace es prender más
fuego al problema político, económico y social que atraviesa el país.
Lo que nos
espera es el agio y la especulación por la escasez de dólares en el país, pero
el efecto que tiene la escasez de dólares sobre la economía boliviana es muy
variado y va desde el mayor índice de riesgo país, en toda nuestra historia y
con bajo clima de negocios, es decir nadie intentara si quiera, invertir en
Bolivia, peor aún con estos indicadores económicos y financieros. Es decir, nos
estamos encaminando a ser un país con riesgo sustancial y una economía
extremadamente especulativa con la peor calificación CCC-. Con pocas
perspectivas de recuperación si el MAS, continua en el gobierno, hasta llegar a
la calidad de impago, como Argentina, Venezuela, Cuba y Nicaragua, todo por
seguir en consejo privado de Fidel Castro a sus dictadorzuelos, que decía:
“Mata a tu pueblo de hambre, para luego someterlo a tu gusto y placer”.
Realmente el partido político gobernante y el que
conduce la economía y las finanzas públicas del país merecen ganar el premio
nobel de Economía, lo peor de todo es que es de profesión economista y mi
humilde consejo para los ciudadanos, es que el primer paso para solucionar la
crisis económica y financiera del país es: ¡Despedir al partido político incapaz
y al ganador del premio nobel de Economía! ¡Qué ironía de la vida!.