Bajo el penoco

Ojitos de guapurú

Bajo el penoco | | 2024-04-18 00:07:00

Cuando decimos que el caso terrorismo ha dejado un legado nefasto en Bolivia, nos estamos refiriendo a hechos concretos. Uno de ellos fue el caso Ostreicher, vinculado al empresario norteamericano que vino a Bolivia a invertir varios millones de dólares en el agro. El estadounidense cayó en manos de una red extorsiva que funcionaba en varios ministerios y estaba conformada por los mismos sujetos que ya tenían muy buena coordinación, ya sea plantando pruebas, fabricando evidencias y dándoles órdenes a jueces y fiscales en el montaje que empezó con la masacre del hotel Las Américas de 2009. Llevaban tres años trabajando como equipo y lo de Ostreicher fue nada más que un negocio complementario. En 2012, gracias a la intervención del famoso actor Sean Penn, que vino expresamente a Bolivia para ayudar a la víctima de extorsión, el escándalo salió a la luz y se conocieron muchos detalles. El ex ministro Carlos Romero dice ahora que él fue el que desmanteló esa red delictiva que funcionaba en sus narices. Hoy está citado como testigo nada más y eso prueba que con Evo o con Arce, la justicia sigue siendo una cloaca.